Los precios de la madurez.
Son pocas las cadenas
evolutivas que tienen un estado intermedio en que el pokémon no es niño ni
adulto… es un puto rebelde. A fucking
tennager. Como esos grupos que oímos en años menos afortunados, en esa
etapa en que todos conocimos pokémon, la adolescencia es de las mejores etapas
de la vida (por eso nos negamos a salir de ella hasta como por los treinta y
cinco).
Aquí se van a contar los
quince pokémon que mejor expresan la media edad de su cadena evolutiva, el
mejor punto intermedio entre su estado morrito y su madurez bastarda. Hay unos que o ya dan el viejazo, o nada más
les salen más cosas, pero no parecen crecer. Esos no nos importan. Fue una elección
difícil, del total de pokés que entran en esta categoría tuve que descartar
sesenta. ¡Sesenta!
Pongan en Youtube su remix
favorito de música pokémon (les recomiendo la versión extendida de Kanto Champion’s Theme in Black & White,
épica) y pasemos al conteo de los 15 pokémon más Teenagers.
15.- Marshtomp
En el pokédex nacional, es el
primer pokémon de Agua/Tierra que tiene una cadena evolutiva triple, eso le
hizo ganarse un lugar en la cuenta antes de Palpitoad. Con sus ojillos de
distracción ya antecede esa postura perturbadora que hace a los Swampert tan
atractivos, pero mantiene un poco de la ternura de Mudkip.
Marshtomp es un muchacho
desgarbado que ha dejado claramente su infancia y nos prepara una de las
evoluciones más equilibradas en el mundo de los pokémon iniciales.
El pokédex lo define como un
pokémon Pez lodo. Comúnes en Japón, hay unos bastarditos que salen de los ríos
e incluso trepan pequeños árboles con unas aletas que parecen patas
vestigiales. Sobreviven al exterior gracias al lodo de su cuerpo, de ahí que el
nombre de este chinpoko venga de “Pantano” y “Pisotón”.
14.- Haunter
Un favorito de muchos. El niño
es una bola de gas, el adulto es un cuerpo entero… no hay mejor estado de
transición que el de un adolescente al que sólo le hayan salido las manos, y
éstas ni siquiera las tiene unidas al cuerpo, lo cuál es un estado común de los
fantasmas en el folklor japonés (todos los que hemos jugado The Legend of Zelda: Ocarina of Time lo
relacionamos fácilmente con Bongo Bongo, el jefe del Templo de las Sombras, ¿o
no lo habían pensado?).
En un tiempo en que las
conexiones por internet no existían y el siguiente entrenador podía estar a
kilómetros de distancia, evolucionar a nuestro Haunter parecía algo imposible,
pero no nos importaba no obtener esa redondez graciosa de Gengar, Haunter se da
abasto solo.
Su nombre viene de la palabra Haunt, que es un término en inglés para
designar algo embrujado, pero no en el sentido de tener una madición, sino
donde espantan. Una casa donde los fantasmas asustan es una Haunted House.
13.- Dusclops
Seguimos con los fantasmas y
la tercera generación. Este muchacho ni siquiera sabía que era un pokémon
intermedio, hasta que llegó la cuarta generación y le ofreció la oportunidad de
evolucionar. Aunque después hablaremos de los pokémon a los que esto no les
favoreció tanto, Dusclops encontró en Dusknoir un estado de madurez más
perfecto de lo que creímos.
La innovación de Dusclops en
el mercado fantasma (que cada vez crece más) es que disminuye su ataque y
ataque especial para ofrecer unas defensas que obligan al oponente a gastarse
un buen par de turnos en tratar de tumbarlo, mientras éste muchacho ve, con su
único ojo, cómo cae lentamente.
Como nos enseñan las Dusk Balls, el nombre viene de Cíclope y
Anochecer.
12.- Togetic
Por la segunda generación,
otro muchacho del que no nos esperábamos la evolución, y viene a representar a
esos adolescentes que más bien parecen querer ser niños toda su vida. No es
nada contra éste poké, pero sería la versión pokémon de esos grupos pop
adolescentes que, aunque han crecido, siguen aparentando tener más edad de la
que han cumplido.
En fin, el pokémon ha roto el
huevo finalmente y ha salido para estirar las alas. Y los pájaros deben
abandonar el nido; como su nombre en japonés lo anticipa, Togechick, se refiere
a un Pollo (chick) que finalmente ha madurado.
O como decimos en mi bello
país, “ya es cancha oficial”.
11.- Monferno
Dale a un Chimchar algo de
pintura de Guerra, enséñale combate borracho y tendrás un Monferno listo para
ser el bully de los pokémon de tu rival.
Esta línea evolutiva tiene
mucha coherencia con sus nombres occidentales. Mientras que Chimchar es un Chimp (chimpancé, un monito pequeño,
retozón y alegre), su evolución es un Monkey
(mono, que como puede ser juguetón y amistoso, ya tienen una fuerza muy
desarrollada y, si se les hace enojar, pueden ser peligrosos) y terminan con un
Ape (simio, poco menos que un gorila,
un primate reservado y muy ágil con el que es mejor no meterse).
Si a eso sumamos que su
calidad de fuego viene de Inferno, es
fácil entender por qué éste poké en particular cuadra tan bien con el tipo de
adolescente problema.
10.- Whirlipede
Una cosa debemos aceptar los
jugadores de la vieja escuela: durante cuatro generaciones vimos pokémon
insecto pasar de larva a pupa a adulto y siempre el estado de pupa era algún
inútil el cuál entrenábamos por puro amor y deseo de ver su estado perfecto.
La quinta generación nos trajo
la línea de Whirlipede. Y es que sí, es un gusano, es una pupa, ¿pero esto qué
carajos es? Una llanta de camión monstruo venenosa, ni más ni menos. Suficiente
para mí (que fui muy feliz entrenando el mío en mi versión Black).
Lo más genial es su simetría,
al derecho y al revés es lo mismo, y no sabes si viene o si va, de ahí que su
nombre pueda traducirse como “Pies de rueda”.
9.- Machoke
Antes de las versiones Black y
White, si algo nos llenaba de nostalgia de la primera generación es que ya no
se veían líneas evolutivas tan completas, como la del cuarteto de intercambio
(Alakazam, Golem, Gengar y Machamp).
En una escuela de adolescentes
pokémon, aquí está el capitán del equipo de fútbol. Y lucha. Y pesas. Casi
todo, menos gimnasia.
Sé que algunos pensarán que ya
bastante adulto se ve este chamaco, pero si pensamos que en su estado adulto,
su boca se ve rodeada de algo parecido a una barba de dos días y, claro, el
pequeño detalle de que le salen otros dos brazos, podemos concederle el hecho
de que tal vez es uno de esos adolescentes que dan al estirón. Los grandotes de
la clase.
8.- Porygon2
Y claro, si tenemos al atleta
de la clase, tenemos también al geek.
Todos pensamos que éste muchachín nunca crecería, y que ya bastante raro era.
Equivocados una vez más (por eso me asusta pensar en una sexta generación).
Es el chico tímido de la clase
el cual no sabemos que en el futuro se volverá loco. Nada más vean a Porygon Z.
El estado de Porygon2 es el perfecto para hacer una transición de cómo la
tecnología ha avanzado en menos de quince años. Si lo ponemos en términos de la
juventud digital del año 2000, Porygon2 expresa, con sus formas limadas y
redondas, su movimiento estático y el brillo de su piel, lo que antes
considerábamos como algo moderno. Qué jóvenes éramos.
7.- Fraxure
Punto en contra de las nuevas
generaciones: ahora hay demasiados dragones y todo mundo los usa. Pero de
Trapinch a Flygon, prefiero la línea de Axew a Haxorus. Fraxure sería el bully
del hogar disfuncional que no puede contener su agresividad y necesita
desquitarla con los más pequeños e indefensos, preparándonos para lo que va a
ser uno de los dragones con mejor pinta de badass
de todo el pokédex nacional.
La línea temática de estas
evoluciones es la de dragones boca de hacha. El nombre de Fraxure proviene de Fracture… y no entiendo qué tiene que
ver una fractura con un dragón con un hacha en la boca… ¡oh, esperen! Claro.
Cómo no lo vi antes. Un letrerito en el jardín: “Cuidado con el Fraxure”.
6.- Pidgeotto
Cada generación seguirá
sacando un pokémon tipo Volador y Normal. Pero jamás volverán a igualar esto.
Por más que lo intentaron con la nueva línea evolutiva triple de Starly a
Staraptor y de Pidove a Unfeezant… la familia Pid tiene una corona que nunca
podrán quitarle.
¿Y por qué Pidgeotto en particular?
Incluso a mí, que no me gusta la serie, me trae muy gratos recuerdos el
episodio en que Ash captura el suyo (usando primero a Caterpie, jaja, novato).
Al gentil y gordito Pidgey le
crecen las alas, el pico y el copete, para llegar a un teenager perfecto para el combate, que sólo está esperando crecer a
lo bruto y volverse más grande que tú, y con un copete de plumas mucho más
ostentoso para llegar al último Pidgeot. Pero como transición, expresa
perfectamente el concepto de crecimiento.
Curioso, en Japón, a Pidgeotto
se le conoce como Pijon y a Pidgeot
como Pijotto (por eso en el ánime,
gritan sus nombres a la inversa, es de los pocos pokémon que no son doblados del
lenguaje nipón).
5.- Nidorina / Nidorino
¿Y qué mejor expresión de la
adolescencia que el par de conejitos venenosos? Los precursores de la
conciencia de género en el mundo pokémon. Tan unidos que por eso merecen
compartir un lugar en esta cuenta regresiva.
Nidorina, la princesa del
veneno y de cuerpo de púas; Nidorino, el príncipe de un cuerno listo para tomar
el mando sobre los pokémon de la pradera. Ambos mantendrían un estado de
juventud perpetua de no ser porque la Piedra Lunar les concede la capacidad de
crecer (a mi parecer, estos son los pokémon más extraños que evolucionan con
Piedra Lunar).
El cosplay perfecto para las
parejitas cursis.
La elección del “rino” y “rina”
es una mera influencia del español, pues los nipones y los gringos siempre
creen que todo lo masculino lo acabamos con “o” y lo femenino con “a”. Quiero
ver qué hacen con “el alma” o “la mano”.
4.- Kirlia
La medalla de gimnasia que
Machoke no se llevó, es para el rarito de la clase. Un poco perturbador en este
sentido, por su pura apariencia siempre nos recordará a una bailarina, aunque sea
varón.
¿Por qué avanzar tanto en esta
cuenta, muy adelante, digamos, de Haunter? Porque es un pokémon elección de
carrera. A partir de la cuarta generación podemos decidir si queremos que siga
cultivando su mente como un Gardevoir o lo becamos como deportista profesional
y se hace un Gallade.
Además, desde la aparición de
la tercera generación, la línea Raltz/Gardevoir se presentó como una de las
favoritas entre los jugadores, haciendo a un lado la anterior línea psíquica
Abra/Alakazam (aunque yo sigo prefiriendo la primera).
¿Conocen la fotografía
Kirliana? Google, gente. Es algo interesante.
3.- Gabite
En el top 3. Un dragón
favorito por muchos que marca mejor una línea evolutiva. Soy el primero en
defender a los tres dragones primarios, pero por favor: Dratini, serpiente;
Dragonair, serpiente más grande; Dragonite… wow, espera, ¿y la serpiente? En
cambio, los dragones G son un claro ejemplo de que comiendo sanamente y tomando
vitaminas, se puede ser lo que uno quiera al momento de crecer. Y lo que quiere
todo Gible es ser un hijo de puta.
Gabite es un primer borrador
de Garchomp. Una antesala mitad dragón, mitad tiburón que le dice a tu rival “ten
cuidado la siguiente pelea, tal vez ya haya crecido”.
De ahí que su crecimiento sea
relativamente lento. Cada veinticuatro niveles. Osea que para alcanzar la
perfección es necesario llegar al nivel cuarenta y ocho, ya cuando la mayoría
de los líderes de gimnasio han caído, y frente a los únicos que puedes presumir
tu Garchomp es con los de la Liga Pokémon. It’s something!
2.- Dewott
Si hay algo tan genial como
volverse un Samurai, es volverse un Ninja. Y Oshawott experimentará ambos en su
vida. Dewott saca la cara por los iniciales de la quinta generación y con su
pose de combatiente de las sombras, impone que no todos los adolescentes son
necesariamente rebeldes, sino que hay quienes se esfuerzan y siguen un camino
recto hasta lograr una perfección.
Los Dewott tienen mucho de pokémon
de pelea y sin embargo, no se les ocurrió agregar el segundo tipo (quizá porque
están muy ocupados pensando en cómo será el pokémon inicial de la sexta
generación, tipo Fuego/Pelea).
Con garras como Wakisashis y conchitas como Shurikens, es uno de esos pokémones que
realmente nos duele que evolucionen, aunque sabemos que a la larga, les hará
bien.
1.- Charmeleon
No podía ser de otro modo. El
ojete entre los ojetes, rebelde aclamado de la primera generación, tan querido
dentro del ánime como fuera de él. Su ataque de Furia y su cara de cretino
perpetuo le ganan a Charmeleon el respeto entre los entrenadores alrededor del
mundo.
Un pequeño dragón sin alas.
Brock se reía de tu si habías elegido a Charmander la primera generación, pero después
de muchos Rattatas y Pidgeys desmayados, el líder de gimnasio se las veía
negras contra un Charmeleon furioso que siempre dejaba quemadas las rocas de tu
primer desafiante de la liga.
Un estado de furia adolescente
que muestra la ira contenida en el paso de la niñez a la madurez, muy visible
en el color de su piel, de un rojo intenso mientras que Charmander y Charizard
son más claros.
Defendiendo la permanencia de
los pokémon de la vieja escuela, Charmeleon se ha ganado a pulso su primer
lugar como el pokémon más Teenager de
esta cuenta regresiva.
A pesar del trabajo, aquí le
seguimos pokémoneros.
¡Diez mil visitas! No puedo
agregar más palabras, excepto mi agradecimiento más sincero a todos aquellos
que semana con semana entran aquí a leer y me han expresado su apoyo por correo
(pokemoneando@gmail.com) por Facebook (Don
Pepe Zorrillo) o por Twitter (@perroconde).
Diez mil visitas en menos de
tres meses. A ver a cuánto llegamos.
Espero que hayan disfrutado la
entrada y, si son nuevos por acá, dense un rondín. Igual y encuentran algo que
les guste.
¡Ahí nos vemos, pokémoneros!
PD: ¡Me niego a creer que Treeko le va a ganar a Bulbasaur en la encuesta!
-Conde